Al estilo del post UNA NOCHE EN BETTE NOIRE que escribí en el blog DIARIO DE SUEÑOS EN LA CIUDAD IMAGINADA ( http://diariosuenos.blogspot.com) y que podéis leer en
http://diariosuenos.blogspot.com/2007/04/una-noche-en-bette-noire.html
relataré aquí algunas de mis HISTORIAS SIN IMPORTANCIA, cada una con un nombre de mujer.
La primera podría ser
AMANDA
Esperando en la arena de la plaza de toros de un pueblecito a que comenzara el concierto de ATROCITY y ¿LEAVE EYES?, anocheciendo en una marea negra de cuero y maquillaje gótico, entablé conversación con una desconocida que acompañaba a una pareja .
Le llamó la atención mi camiseta con el logo naziespacial de los lagartos de la teleserie V, y declarándose friki se presentó. Me dijo que se llama Amanda (pocas góticas confiesan su auténtico nombre, y prefieren otro más florido, aunque no sé si es el caso- me vino a la memoria la cita Trekkie de Spock "Hijo de Sarek, de Vulcano, y Amanda, de la Tierra-), y venía desde Sevilla (de la Tierra),y en nuestra inesperadamente animada conversación sobre cómics y demás pronto me pareció que demostraba una carismática actitud algo sobrada en opiniones y notablemente creída. Para mi propia sorpresa, esto me pareció más simpático que ofensivo, quizás por la edad de la chica (bastante más joven que yo) y la confianza que ésta le confería, o por su atractiva naturalidad, poco común en el género de las chicas de negro que he tratado (tampoco tan amplio).
El caso, que lejos de picarme con sus salidas de genuina sevillana de bandera, caí en la tentación de pincharla más, hasta el límite, ya que su ingenío espoleaba al mío, sintiéndome relajadamente cómodo haciéndola rabiar en un coqueteo más bien paternal por mi parte.
La conclusión fué que terminó por pensar (acertadamente en parte, me temo) que me estaba choteando de ella y desapareció justo cuando las tinieblas nos sumieron para el comienzo de la música. Sin duda le pasó inadvertida a su juvenil pasión la verdadera, grata y tierna impresión que me causó en apenas un ratito, que recuerdo (ella lo olvidaría al instante, como toda mala y volátil experiencia) con sonrisas y afecto. Esa noche de primavera y luna llena no necesité más.
VOLVERÉIS, de Jonás Trueba
Hace 1 mes