Tras casi todo el mes de agosto trabajando las mañanas en el reducido local de una antigua carnicería (con rótulos así en grande: C-A-R-N-I-C-E-R-I-A), vendiendo tebeos bajo los ganchos de colgar jamones etéreos y junto a la gruesa puerta metálica de una antigua cámara frigorífica en desuso, charlando sobre cómics (mayormente) con los parroquianos habituales, repitiendo continuamente las mismas explicaciones a los que preguntan por la reforma veraniega de la tienda habitual y asintiendo ante la inevitable broma charcutera de todo el que entra, había mirado cada jornada los repetidos paseos arriba y abajo por las aceras y pasajes de una chica preciosa que trabaja en una tienda cercana.
Semanas atrás(tras) dirigirme ella brevemente unas palabras para ofrecerme unos cartones sobrantes para la mudanza previa a la obra, acepté el favor con algunos instantes de retardo, algo extrañado de que la floja que había mirado embobado cruzar la calle se girara y me dirigiera la palabra. También me rayó un tanto la extrema seriedad de ella cuando compartimos los pocos metros calle arriba a recoger las cajas, pero ni la mitad que días después cuando nos cruzamos por aquellas calles y de nuevo ella clavara sus ojazos azules en los míos un buen trecho sin mover una ceja y ante mi exagerada sonrisa pasara de largo cuando iba a darle un simple ...hasta luego.. que no llegó a pronunciarse.
Como friki creo que me conozco bien y lo acepté pensando que ni entiendo a las mujeres ni me propongo de momento entenderlas, eso lo dejo para las futuras investigaciones de Doc, que ya lo se lo planteó como alternativa a los viajes temporales en los films de REGRESO AL FUTURO.
Pero en los muchos días siguientes, lo que me llamaba la atención no era que la chica sin nombre pero con estupendo tono de piel bronceada, pelo de fábula (mejor suelto, aunque recogido dejara ver un cuello esbelto y femenino) y escote sensual rotundo de vértigo - la había mirado muchos días ya, como digo- no tuviera nunca el menor atisbo de sonrisa en sus labios perfectos ni expresión más allá de una gélida y -quizás a mi antojo- algo triste seriedad.
Una cosa es que vaya a su bola o pueda tratarse de la clásica y conocida Cordosiesa (buscad la entrada en Wikipedia -si persiste- los que seáis de fuera de Córdoba), con una habilidad sobrehumana para mirar al suelo o a cualquier otro lugar menos al que yo ocupaba diariamente (llegué a pensar en sacarle la lengua ruidosamente y/o agitando las brazos con la convicción de que ella ni se inmutaría en su universo paralelo inalcanzable) y otra distinta podría ser aquello.
Así que tomé la determinación de arrancarle a aquella muchacha una sonrisa (o un insulto, lo que llegara antes) , sin pretender nada más.
Se mascaba la tragedia y lo sabía, pero quizás recibí demasiados ánimos de una atractiva rubia delgada de ojos claros y dientes blanquísimos (¿tenía dientes la moza de la tienda y los cartones?, ¡¡jamás los había visto!!) que parecía vivir en un portal muy cercano al local y que solía dedicarme alguna miradita, más adelante unas sonrisas (¿ves que fácil?) y finalmente algún tímido "Hola" con asiduidad....¿Porqué no podría centrar en aquella, más receptiva, mi obsesiva falta de pretensiones? ...
Es lo que tienen los retos y el tiempo libre,..en uno de los paseos laborales de la guapa dependienta calle abajo, carretilla en mano y tan seria como siempre, me lanzé -tras varios amagos (de infarto) - con un preparado (lo sé, lo sé..) : ¡¡ Toma, encontré tu sonrisa !! (sencillo y directo, o me quedaría allí plantado) y le tendí una mano abierta que portaba una chapa de tamaño considerable con el smile de WATCHMEN (si no sabéis lo que es tenéis menos perdón de Dios que el lamentable Don Juan este).
Sí, aquello estaba abocado al fracaso, invocar así la sonrisa de aquella chica (o la de alguien, cualquiera) tenía menos futuro que habérsela ofrecido a Clint Eastwood, y sin embargo tan breve y banal gesto (estúpido) albergaba esperanzas de resultar a la par irónico, tierno, ingenuo y cómplice. En resumen, inteligente (lo cual no tiene por que ser para nada una virtud en esas circunstancias). Pero es evidente que sólo a un párvulo aquello le habría parecido mínimamente lógico o siquiera simpático.
Y sin embargo, sin embargo.. ella sonrió, y tenía, tiene, una bonita sonrisa, e incluso un nombre.
Fundido a negro. Subid la música, que vienen los créditos.
..Para más HISTORIAS SIN IMPORTANCIA repasad textos anteriores de este blog...Salutaciones!!
