miércoles, 29 de octubre de 2008

EL NOVENO PASAJERO

¿Te gusta el cine? Cuando me lo preguntan no tengo claro qué responder. ¿Realmente me gusta? Nunca lo he visto así. El cine forma parte de mí, de mi vida. Desde el principio. No la entiendo sin él.En realidad creo que nunca tuve elección. Cuando tenía apenas 3 años, estuve unos días en Londres con mi familia. No recuerdo apenas nada de aquella semana, salvo una tarde que me quedó grabada al detalle.
Estaba solo con mi madre, y en un descuido de ella mientras hablaba por teléfono con mi abuela desde una de las célebres cabinas "colorás" inglesas, me escabullí y entré por una pequeña puerta metálica a la parte trasera de una enorme nave industrial que, por lo demás, parecía cerrada y solitaria, rodeada por unas vallas excepto en la zona me dejaba abierta una abertura mucho mayor que yo. Lo de escabullirme era muy raro en mí, pero llevaba aburrido largo rato, y estuve explorando todo aquello despreocupado, oyendo a lo lejos la voz de mi mamá y el peculiar tono que adoptaba cuando parloteaba con la abuela.
Seguí andando por una gran estancia cada vez más oscura, de la que no veía el final, entre adultos que iban corriendo y charlando de acá para allá sin prestarme la menor atención, y me acerqué a un punto de luz. Allí mismo me quedé helado de horror.
Un monstruo negrísimo salido de la peor de mis pesadillas y enorme estaba allí mismo, de pie..por eso los mayores habían salido corriendo tan atrás, claro,..delante de él una chica morena en ropa interior - en pijama pensaba yo, debía vivir allí, estaba claro- se mantenía de pie e inmóvil cerquísima de la criatura, muda... y acerté a distinguir a varios hombres mayores, pero todos estaban escondidos detrás de armatostes, máquinas extrañas y muebles grandes, muy quietos y en silencio, ..sin duda para que el bicho caníbal no los viera..
yo estaba aterrado y paralizado ¡¡ se la iba a comer !! de pronto todo me parecía más oscuro y feo, opresivo, casi no podía respirar..
El monstruo abrió la boca y sacó unas pequeñas fauces de ella, que se abrieron formando otra boca que se acercaba al rostro de la señorita...presa del pánico, me puse a chillar (eso ni eran gritos) y agarré un trozo de una pesada tubería de plomo suelto en el suelo (en realidad un trocito de tubo de gomaespuma, desecho del decorado) y se lo tiré con todas mis escasas fuerzas al ser, gritándole: ¡¡ fuea bicho!! - como si fuera una cucaracha -
Pero el bicho no se iba. La señorita, los adultos "escondidos" e incluso el bicho se giraron y me miraron extrañados, se relajaron y muy serios empezaron a hablar todos con todos, pero yo no entendía nada.
La mujer morena y otras señoritas que no sabía yo de donde salían se inclinaron y me preguntaban galimatías preocupadas por mi aspecto, estaba blanco como una tiza,..y cada vez más inquieto.
El Alien ahora andaba como una persona y se quitó la cabeza..un señor negro y calvo muy delgado me sonreía con unos dientes blanquísimos para tranquilizarme, pero yo nunca había visto a nadie que fuera negro, y menos en esas circunstancias y sin entender ni palabra de nada...así que cuando el otro señor, uno muy serio pelirrojo y con barba que no paraba de fumar se acercó me acharé del todo, sabiendo ya que aquello no era lo que me había parecido en un principio y que todos ahora estarían enfadados conmigo y me iban a reñir en su lengua extraña, excepto mi madre, a la que se lo iba a entender todo.
Aún así me sentí tremendamente solo y perdido, tan rodeado, y llorando me puse a llamar a mi mamá, a la que una señora muy amable trajo instantes después, corriendo venían,...y entre sonrisas de las señoritas y alguna cara amarga nos sacaron de allí y volvimos al olvido del resto de nuestros días en la ciudad del Támesis a la que no he vuelto.
Meses después se estrenó la película, aunque yo no supe de su existencia hasta años después, cuando la emitieron en televisión por primera vez, en los años 80, entre cierta polémica aún por su explícita violencia.
Ocurrió todo tal lo recuerdo, mentira más o mentira menos..eso fue antes de que los monstruos, esta vez reales, entraran de nuevo en mi vida, cambiando la de todos...CONTINUARÁ

1 comentario:

Juan Eme dijo...

muy bueno, ja ja, muy buena crónica sentimental cinéfila, pero ponla si quieres en el blog de genevieve