domingo, 17 de junio de 2012

PUNTA DE LANZA EN ASTILLERO

La realidad se ha equivocado. Yo iba camino de quedarme toda la vida en mi sofá, con mis cómics, mis pelis, mis videojuegos, mis amigos, familia, alguna chica y poco más. A vivir en paralelo y pasar de puntillas. Estaba más que dispuesto. Ocio como para cubrir a varias generaciones. Conocimiento inútil y nada práctico. Y entonces llega el mundo y se va al carajo. Leí que el Apocalipsis iba a ser un Blockbuster y al final es más como una de Ken Loach. Pero no es sólo así. Veo más. Veo esperanza, sueños, destinos. El tormento y la desesperación campan a sus anchas entre nosotros, por nosotros. El miedo encarnado en egoísmo, como antes y siempre ha sido. No miramos lo bastante arriba. Si queremos ser una piña debemos vernos desde más lejos, más arriba, desde una atalaya en las estrellas. También muchos dicen que hasta que todo no empeore aún más no habrá revolución, ni líderes. Que sin líderes no hay movimiento, y nadie quiere ser la guía, la punta de lanza. Sólo alguien que no quiere debe serlo. En tiempos oscuros buscamos a un caballero de brillante armadura y algunos a un caballero oscuro. Ambos son necesarios. El primero para ser un héroe, un símbolo. El otro para ser sacrificado. Tal vez sean el mismo. A estas alturas y seguimos necesitados de Mesías. como colectivo no somos gran cosa. Y sin embargo, creo que un solo hombre con el corazón y la cabeza en su sitio puede marcar la diferencia. Creo en marcar una línea en la arena, que el mar borrará. Creo en la armada de uno. Y creo que al lado de otros hombres como él puede cambiar el mundo. Hasta que el mar borre sus huellas de la playa. La realidad se ha equivocado. Me ha dado un objetivo. Ahora me pregunto. Que diferencia a Batman de Timothy McVeigh? de Guy Fawkes? Batman no hace revoluciones. Batman no mata. Batman no es real. Ése es el primer sacrificio. Y son varios. Sacrifica tu conciencia, tu alma, y nada de identidades secretas. ¿Cual es el objetivo real? Tomar el control. Devolverlo. A la gente. Que cometan errores, pero otros, nuevos, propios, los suyos. Y un aviso a la tiranía. Su extinción es temporal, pero posible. Y esperanza. Que miren hacia arriba de una vez. Sólo así veremos esto. Hay otra opción. Puede.

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