miércoles, 13 de octubre de 2010

VAGON DE COLA





CAP.1

ESTACION DE METRO, en el andén espera un nutrido grupo de personas. Entre ellos, las siguientes:
2 policías de paisano,varones
2 mochileros, chico y chica
1 mujer de mediana edad con cazadora de cuero negro
1 hombre corriente con un bolso/cartera colgado al hombro, visiblemente preocupado.
1 chaval con una cartera negra
1 hombre trajeado

LLEGA EL TREN, todos estos individuos suben junto a otros en el último vagón, vacío, que no va unido a ninguna maquina trasera. Se cierran las puertas del vagón, el tren se mueve. El chico se sienta y saca de su cartera negra un miniportátil. Inicia una videoconferencia con una mujer, no hay problemas en la cobertura de la conexión. El hombre corriente se sienta. Los detectives observan a los mochileros. El tren acelera en el túnel de metro, fundido a blanco.

EL HOMBRE TRAJEADO despierta en el suelo del vagón. Mira confuso a su alrededor, todos estan inconscientes, comienzan a despertar. Las luces interiores del vagón, van y vienen, parpadean. No se ve el exterior del vagón. La gente murmura y se queja, intentan saber qué les ha pasado. Los policías de paisano dan a conocer su condición, sacan sus placas. Intentan abrir las puertas sin éxito. Se resisten demasiado, parecen casi soldadas. Alguien advierte cuando se enciende la luz que el resto del tren no está. El vagón parece estar solo en el tunel. Alquien dice que debe haberse desenganchado. Uno de los policías comenta que esperaban un posible atentado con bomba en esa línea del suburbano, quizás una explosión en el tren haya provocado un desenganche violento del vagón o descarrilamiento y ello dejó inconscientes a todos. Nadie recuerda ninguna explosión. El miniportátil del chico continúa encendido en el asiento, la imagen vuelve repentinamente al monitor. El chico se sienta y lo mira. La mujer de la videoconferencia lo mira sorprendida a través del monitor, le dice que donde ha estado, que lleva mucho tiempo…la conexión se va. Las luces también.
El hombre trajeado se presenta a la mujer de la cazadora, se llama SANTOS SALVADOR. ISABEL, responde ella. Le pide ayuda para romper una ventana de la salida de emergencia. No encuentran cuál es. Todas las puertas parecen igual de soldadas. Comienzan a golpear el cristal de una ventana con lo primero que encuentran. Los mochileros miran al exterior con linternas que han sacado de su equipaje. Creen que no están en el túnel, parece una estación a oscuras, pero no ven letreros que especifique cúal. Vuelve la imagen al miniportátil. La mujer de la videoconferencia parece distinta. Su habitación está como a oscuras, sólo iluminada por la luz del ordenador de sobremesa y un resplandor de la ventana junto a él. Ella está sentada en el suelo, lejos de la pantalla, asustada, cuando se percata de que el chico del metro ha aparecido en su monitor. Ella llora, le dice que no entiende nada. Que si quería despedirse de una vez, súbitamente, un gran destello de luz cegadora entra por su ventana y la imagen del ordenador desaparece. El chico está pasmado, no sabe que pensar. Algunos a su alrededor han contemplado la escena. No entienden nada. Hasta ahora los móviles no iban.
Los policías casi consiguen abrir una de las puertas. Otros siguen liados con las resistentes ventanas, casi han cedido. Suena un móvil, todos se miran, nadie parece saber de quien es o donde está. Siguen el sonido. El hombre trajeado localiza el timbre en una cartera/bolso de piel abultado dejado bajo un asiento. El hombre corriente le grita: no!! No lo toques!! Corre! Todo el mundo fuera!! - cunde el pánico, ante la avalancha, las puertas y ventanas por fin ceden, el vagón se vacía de gente en un instante. Sólo el hombre trajeado permanece inmóvil junto al bolso. El timbre ha cesado. La luz ha vuelto a irse. Levanta lentamente la solapa del bolso sólo lo suficiente para ver parte de lo que parece una bomba en su interior unida a un teléfono móvil apagado. La pantalla del móvil se enciente, vuelve a sonar el timbre con mayor intensidad. El vagón explota.
Todos se alejan del vagon en llamas. Las luces de la estación parpadean. Parece estar vacía. Suben al exterior huyendo del humo. Fuera es de noche. No ven luces eléctricas. Ni casi edificios cercanos. Solo el cielo estrellado. Alguien dice: ¿Esa es la luna?
Miran arriba. Una anormalmente enorme Luna llena parece dividida en varios pedazos rodeados de multitud de asteroides. Alguien dice: la luna está rota.

EPISODIO DOS
Iluminados solo por la enorme luna rota, el grupo no se atreve a separarse, caminan despacio, todos juntos, mirando a su alrededor y buscando puntos de referencia. Hablan:
- No sabemos donde estamos.
- No han sido los atentados. Ha habido una catástrofe,la luna se nos ha caído encima a trozos, o puede q un meteoro la haya atravesado e impactado con la Tierra, arrasándolo todo.
- ¿ y dónde está la gente, o los cadáveres y los coches, y los incendios? Aquí no hay nada de eso.
-No vemos gran cosa. ¿Pueden haber pasado días ya?
-Aún así.
- El vagón del metro se desprendió, lo mismo llegamos a una estación de via muerta hasta una urbanización sin habitar aún o algo así.
-Lo dudo, esto es muy raro.

Siguen caminando despacio, intentando llamar por los móviles inútiles.
Enormes solares nocturnos cubiertos de viejos escombros y bruma.
La luz lunar ilumina una silueta medianamente lejana, una persona.
El grupo se da cuenta, llama su atencion, no contesta. Permanece quieto más cerca, le buscan, más cerca. La respiración del hombre parece entrecortada, exagerada, extraña. Se paran a un par de metros de él no les responde. Se lanza contra ellos, le ven mejor, es un hombre asilvestrado, cadavérico, enloquecido, que grita, les agarra e intenta morderles con dientes afilados como los de un tiburón. Se asustan, se apartan de él, algunos corren, retroceden, engancha a uno de ellos, uno de los mochileros que esgrimía linterna, le muerde en el cuello profundamente . Su compañera intenta ayudarle, cedió su linterna a otro antes y ahora sólo puede golpearle y patalear con manos y pies. Los policías se adelantan, se abren paso, sacan sus armas y disparan desde muy muy cerca entre gritos. Acribillan al salvaje.no cae. La señora de la cazadora de cuero se pone a su altura, saca un arma y descarga un par de tiros en la cabeza del loco, que cae muerto. El mochilero queda tendido desangrándose, la chica llora. Un policía se vuelve y apunta a la cabeza a la mujer de la cazadora. Ella se sorprende. La desarman, otros les increpan, pero creen que ella pueda ser un terrorista, la que dejó la bomba en el tren. Una señora se adelanta, mira quieta al mochilero inconsciente, luego se agacha para mirarlo mejor, le toca la frente. Inesperadamente, salen algunos borbotones de sangre del cuello del chico, pero parecen cerrar sus tremendas heridas, quedando sucias y encostradas. El chico despierta, mareado y confuso.
-¿has sido tú, le has curado, como? Le preguntan a la señora.
-no lo sé, …antes soñé que lo hacía, creo.
-cuando?
-Después de subir al tren , antes de despertar.
No conozco al chico, no se ni si le ví antes de subir al tren, pero creo que soñé con él y con poner mi mano en su frente.
-no le dijiste nada?
-cuando?paraque? Y no hemos parado desde que despertamos, nos han distraido cosas atroces…
-¿pero has soñado con algo más?
-no.
-Parece que puedes curar, o que podías curarle a él.
-xq llevas un arma !! Gritan los polis a la mujer de la cazadora mientras aún la apunta y esposan.
-por seguridad!! Soy carterista
-mentira! no te hemos visto nunca en la zona ni en comisaría
-no soy de la ciudad, vine hace poco, tuve problemas en mi tierra. Solo robo carteras, al descuido, en el metro, pero llevo la pipa porque me buscan, y no los polis.
-NOS HE MATADO A TODOS, interrumpe el hombre corriente.
-¿?
-ESTAMOS MUERTOS, VAGAMOS POR EL PURGATORIO, LOS MUERTOS NOS ATACAN, NO PODEMOS MORIR PORQUE YA LO ESTAMOS Y YO LO HICE, PUSE ESA BOMBA DEL METRO.
Confusión general, gritos, improperios, insultos, algunos le agarran y golpean, no se resiste, los policías y algunos más imponen algo de orden.
-No puede ser, no lo creo, SALVADOR murió por tu bomba, pero después de despertar, y por qué iba a viajar tu bomba hasta aquí con nosotros si ya explotó antes, según tú? No. Chorradas.
-Y vimos a la novia del chico del portátil, a ella también le pasaba algo.
- eres de alqaeda, taliban etarra o que?
-NO!! COGIERON A MIS NIÑAS Y ME OBLIGARON A HACER ESTO, DEBIA DEJAR LA BOLSA EN EL TREN Y SALIR. UN OCCIDENTAL LES RESULTABA MÁS práctico CON LA SEGURIDAD QUE ESPERABAN EN LOS TRENES.
-podrian contratar a alguien para hacerlo.
-nadie quiere mojarse en algo tan gordo, creo yo, los cogen fijo, mejor un inocente.
-no me creo ná, este está loco.
-pero no sabe nada de lo que ha pasado aquí fuera.
-Y un loco acaba de arrancarme el cuello y esta señora parece que ma curao de un solo toque.

Continuaron andando desorientados largo rato, los polis no quisieron abandonar al tipo corriente. Lo esposaron y llevaban del brazo. Él sollozaba y murmuraba sobre sus niñas, cómo las habia fallado, donde y como estarían. Uno de los polis intentó interrogarlo más a fondo, pero su compañero le convence de que no es el momento.Habian soltado a la mujer de la cazadora, pero no le devolvieron el arma.

Un rugido, se paran , todos miran asustados y tensos alrededor, uno grita:
-UN OSO!!
Un oso pardo enorme se les lanza en carrera desde una ladera lejana. Todos corren, el bicho no se para, los polis optan por disparar, no lo abaten, recargan, disparan, no llevan mucha munición encima, a uno se le agota, no están seguros de cuantos disparos aciertan, no se detiene.
Utilizan el arma que quitaron a la ladrona, sólo un cargador. El bicho no cae.

Un tiro lejano, como de rifle, acierta al oso en el cráneo y se desploma por fin.
Ven al francotirador, un señor vestido a lo Tuareg, y algo más..está en una atalaya cercana que la bruma va mostrando.
Todos se van reuniendo y acercando, pero despacio, no se fian, los polis no guardan sus pistolas descargadas.
El señor baja de la atalaya y los recibe a su discreta fortaleza.
-Os esperaba, esperaba a los trece.
-quien eres? Ande estamos?
-somos doce.
-como?
-doce.
-quien falta? Un momento, donde está SALVADOR SANTOS?
Se miran extrañados, tienen mil preguntan, pero alguien contesta:
-Murió.
-Entonces estamos todos perdidos.



EPISODIO 3
Todos quieren explicaciones , interrogan al Tuareg, éste no parece saber nada, la luna siempre ha sido así, contesta. La única respuesta que tiene es una lista, la escribe con tiza en una pizarra. Nombres.
Trece nombres. Todos reconocen el propio. ¿Cómo sabes nuestros nombres? Me los enseñaron de niño, tuve que memorizarlos, siempre en el mismo orden para acordarme, mi padre me los enseñó, tenía que esperaros.

Como sabias antes que eramos nosotros?
No he visto a nadie más por aquí.
Porque? Que ha pasado aquí? Porque debes esperarnos? Quien sabe todo esto? Porque stamos perdidos?
Verne se lo dijo a mi padre. Él tiene respuestas.
Verne? Pero no estabas solo aquí?
Está lejos. Mañana os llevaré, yo no tengo respuestas, yo solo os he esperado.
Pasan lo que queda de noche acomodados como pueden en un salón de piedra de la atalaya del Tuareg. Este les dá agua y algo de comida.
Cuando le preguntan al Tuareg por el salvaje que han matado, se encoge de hombros y dice: hay muchos como él. No son personas, y algunas bestias. Como el oso.
Al amanecer parten en caminata. Mientras recorren el páramo ven a su alrededor las ruinas de lo que fue una ciudad. Empiezan a dudar de cuanto tiempo ha pasado o dónde están.
Algunos charlan mientras caminan:
La señora que curó al mochilero:-¿alquien más soñó? ¿mientras estuvimos inconscientes en el tren? Alguien más? Lo que sea?
Nadie responde, luego la mujer de la cazadora, la ladrona, se atreve:
Yo soñé con SALVADOR, el muerto. No estoy segura el qué, y es raro, porque le conocí en cuanto despertamos, pero no antes. Ni me fijé en él cuando subimos al tren con el cante que me dieron los maderos.
-Pues yo soñe contigo, dice el mochilero..
- oye! Le dice su chica. ..hace una pausa..creo que soñe con el chico del portátil, duda luego.
-Todos soñamos sólo con uno de nosotros?
-La señora debía quizás curarte, por eso soñó contigo. Los demás puede que tengamos alguna relación con la persona que soñamos.
- Pues ya no lo sabré, dice la mujer de la cazadora.

Llegan sin contratiempo a una torre. En realidad parece un altísimo y estrecho chimeneon industrial erguido desde el suelo y coronado con una choza de maderos y cemento. Es demasiado empinado y estrecho. Sólo puede subirse por una rudimentaria escalera exterior de hierros clavados y soldados a la estructura circular que se elevan haciendo una escalera de caracol larguísima, así que sólo 5 ascienden cuando el Tuareg se lo indica, él les espera abajo.
Ascienden desconfiados pero con notable celeridad, con una facilidad anormal.
Los de abajo se dan cuenta.
-¿Veis como suben? Casi parecen astronautas en la luna.
-Y hemos llegado muy rapido. Casi ni me cansado, y eso que estamos todos reventados.
-El Tuareg de la pizarra parece flotar un poco con su rifle cuando camina, y todos hemos visto la extraña capa de polvo que se sostiene sobre el suelo. Parece que lo de la luna afectó a la gravedad. No tanto como en la luna, pero aquí pesamos menos que antes.
-lo mismo la Tierra se salió de su órbita.
El Tuareg les mira sin comprender nada.
El grupo de 5 llega por fin a la cumbre, entran por una pequeña puerta de madera en bruto a la garita. Sin ventanas. Todo tapiado con cemento o maderos desvencijados que dejan pasar rayos de sol. Está en penumbra, pero no ven a nadie dentro. Pegado a la pared una pequeña mesita. Uno se acerca, hay algo encima. Un libro. Buena encuadernación, solapa tapa dura forrada de piel. Un sello bordado en el centro. Con Letras doradas: VERNE, Jules. No pone el título en la portada. Lo coge y mira el dorso. En letras mayúsculas doradas: HECTOR SERVADAC.

CAPITULO 4 :
APUNTES:
el grupo de 5 baja
-Quien es verne? Esto? Este libro?
- libro? Para mí es Verne, es su nombre. Mi padre susurraba sus respuestas.
-lo leía, no sabes leer?
Se encoge de hombros.
-yo conozco ese libro de julio verne, dice uno, HECTOR SERVADAC.
Cuenta la historia de un cometa o algo así que roza la Tierra y desprende un trozo del planeta, como una burbuja, que forma un satélite. Como cuando se formó la luna, creo. Y en ese satélite hay gente, uno de ellos es un capitán francés, el tal Servadac.


VAGÓN DE COLA ES EL PRODUCTO DE MIRAR LA ÚLTIMA TEMPORADA DE "PERDIDOS", DAR UN PUÑETAZO A LA MESA Y DECIRSE: Eso también lo puedo escribir yo.

TAL VEZ CONTINÚE, TAL VEZ NO. TAL VEZ YA TERMINÓ. A LOS RESPONSABLES DE "PERDIDOS" TAMPOCO LES IMPORTÓ.

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